La fianza y la franquicia son conceptos distintos.
La fianza es el depósito de garantía que solicita el propietario o la plataforma, en función de la reserva. Sirve para cubrir daños causados al vehículo no cubiertos por el seguro (daños interiores, por ejemplo: asientos sucios, vajilla rota, etc.); disconformidad del estado de limpieza; exceso de kilometraje; la franquicia del seguro; así como toda suma debida al propietario si existen desperfectos en el vehículo con respecto al estado inicial que figure en el contrato de alquiler. En caso de constatar daños tras la devolución del vehículo y si la fianza la gestiona el propietario, éste deberá retener el importe de la fianza hasta conocer el coste de la reparación.
La franquicia corresponde al importe que el viajero deberá abonar en caso de siniestro, siempre y cuando el coste de la reparación exceda la franquicia contratada. En el caso de que el coste de la reparación sea inferior a la misma, el viajero abonará únicamente el coste de la reparación. El viajero selecciona la franquicia que desea que se aplique para su viaje en el momento de efectuar el pago de la reserva a través de la web. Para más información sobre la franquicia aplicada por cada seguro, accede a nuestra página de seguros de alquiler.