Acuérdate que una autocaravana es un vehículo más voluminoso que un coche. No dudes en realizar algunas maniobras para acostumbrarte y acuérdate siempre de las grandes dimensiones (cuidado con la altura en los aparcamientos y peajes de autopista).
Si hace mucho aire, ten cuidado con la velocidad, principalmente cuando adelantas a otro vehículo.
Cuando aparcas, usa las calzas para que la autocaravana no se quede inclinada.
Vacía el depósito de aguas sucias únicamente en las áreas reservadas para este uso. Ten en cuenta que tendrás que vaciar las aguas residuales de tu vehículo - aguas grises y negras - cada 2 o 3 días.
Controla los niveles de agua y aceite del vehículo con frecuencia, idealmente cada 2 días o cada 500 kilómetros si realizas un viaje largo.
Reabastece en agua y electricidad con regularidad para no quedarte desprevenido.
Además ten en cuenta el reparto de la carga: irás más seguro y ahorrarás en combustible.