Las denominadas averías mecánicas, excluyendo las baterías, suelen ser consecuencia del desgaste normal o de la obsolescencia del vehículo y son responsabilidad del propietario.
En algunos casos, el mal uso del vehículo por parte del viajero también puede provocar una avería. En estos casos, nuestro equipo estudia el contexto y el historial de mantenimiento del vehículo, asimismo podría solicitar un diagnóstico en un taller.
Cuando los elementos disponibles no permiten determinar la responsabilidad exacta o cuando el vehículo o la pieza dañada tienen más de 10 años, la responsabilidad puede ser compartida entre las partes, hasta un máximo de 50/50.